La tarde de ayer un gigante ha caído, un árbol de 130 años de antigüedad, un árbol muy especial para los oaxaqueños pues ahí realizaban «Los Conciertos Bajo el Laurel».
Debido a la intensa lluvia que ha azotado al sur de México, el emblemático laurel del zócalo no aguantó más y se cayó.
Quizá esta tragedia se pudo evitar si el árbol hubiera estado en las condiciones necesarias, ya que se puede apreciar las raíces en mal estado debido al corte y confinamiento de las mismas, además contaba con mal anclaje.
El problema es que per pensamos que los árboles sobreviven a todo, cuándo en realidad necesitan un cuidado especial.